Post by Opal Anthea on Dec 11, 2018 4:14:48 GMT
— Nombre: Opal Anthea
(Anthea, del griego: florida, llena de flores)
- Género: Femenino
- Edad: 19 años (19 de Marzo) / P deiscis / 1.64m
- Raza: Dracónido // Dragón Kirin
- Casa: Coppernut
- Residencia: Las instalaciones de Holowell University
— Stats:
• Fuerza: ★
• Inteligencia: ★★★
• Social: ★★★★
• Agilidad: ★★★
• Defensa: ★★
• Inteligencia: ★★★
• Social: ★★★★
• Agilidad: ★★★
• Defensa: ★★
— Personalidad:
Gentil / Curiosa / Sobreprotectora / Enérgica / Social
Aventurera por naturaleza pero incapaz de hacerle daño a nadie, el sueño de Opal siempre fue conocer el mundo y las diferentes criaturas que lo habitan. Fue educada en casa gran parte de su vida, mas no impidió a la joven socializar. Siente desconfianza por la raza humana debido a lo ocurrido con su padre, no obstante cree hay bondad en las personas, solo basta saber buscar. Siendo la hermana mayor desea proteger continuamente a su hermano, sin embargo la mayoría de las veces es él quien termina cuidándola gracias a su curiosidad.
— Historia:
Nacida dos minutos antes que su hermano mellizo Lazu, sus padres fueron fuertes y hermosos Kirin quienes, luego de muchas décadas juntos decidieron traer al mundo bellos hijos cuando la madre tierra les dijo que era tiempo de dar suerte al mundo. Así es al menos como su madre Adeleine les cuenta porque vinieron al mundo, tan pequeños y perfectos.
Su vida idílica duró doce años, mimados y cuidados por sus padres, aprendieron a amar cada criatura de la naturaleza, como su esencia Kirin les pedía. Aprendieron botánica y herbología mágica con su madre, y zoología con su padre. Fueron educados en casa, sin embargo para Opal quien siempre había sentido curiosidad por el exterior, cuatro paredes no eran suficiente.
Fue una tarde, poco después del cumpleaños número 12 de los mellizos que su madre se llevó una mano al pecho y trataba de cantar algo que las lágrimas empaparon las suaves mejillas de su madre mientras caía de rodillas y Opal supo, sin lugar a dudas, que nada volvería a ser igual.
Esa noche lo supieron, cuando unos amigos de la familia llegaron con semblantes inexpresivos y entre un paño de seda los hermosos cuernos de su padre.
Su madre nunca volvió a ser la misma. Cayó en cama y aunque ningún día falló en peinar sus preciosas cabelleras, por mucho que temblasen sus manos, Opal y Lazu perdieron la mitad de su mundo con su padre y la otra mitad quedó rota con los ojos apagados de su mamá que no dejaba de sonreírles, tratando de no preocupar a sus preciosos Kirin, que traerían suerte al mundo como la madre tierra les había vaticinado.
Su vida idílica duró doce años, mimados y cuidados por sus padres, aprendieron a amar cada criatura de la naturaleza, como su esencia Kirin les pedía. Aprendieron botánica y herbología mágica con su madre, y zoología con su padre. Fueron educados en casa, sin embargo para Opal quien siempre había sentido curiosidad por el exterior, cuatro paredes no eran suficiente.
Fue una tarde, poco después del cumpleaños número 12 de los mellizos que su madre se llevó una mano al pecho y trataba de cantar algo que las lágrimas empaparon las suaves mejillas de su madre mientras caía de rodillas y Opal supo, sin lugar a dudas, que nada volvería a ser igual.
Esa noche lo supieron, cuando unos amigos de la familia llegaron con semblantes inexpresivos y entre un paño de seda los hermosos cuernos de su padre.
Su madre nunca volvió a ser la misma. Cayó en cama y aunque ningún día falló en peinar sus preciosas cabelleras, por mucho que temblasen sus manos, Opal y Lazu perdieron la mitad de su mundo con su padre y la otra mitad quedó rota con los ojos apagados de su mamá que no dejaba de sonreírles, tratando de no preocupar a sus preciosos Kirin, que traerían suerte al mundo como la madre tierra les había vaticinado.
Debieron pasar seis años para que, finalmente y motivados solo por su propia progenitora preocupada de verles vivir encerrados a su lado, los hermanos abandonaron la educación en casa para aventurarse al mundo exterior, más específicamente a la institución llamada Holowell University que sería, esperaban, su nuevo hogar.
— Habilidades raciales:
- Carisma. Tienen facilidad de palabra y para relacionarse con la gente, logrando crear un aura de confianza. Esto no significa que puede manipular o seducir gente pero tiene mejores posibilidades.
- Belleza Extraordinaria. Por naturaleza, la belleza con la que cargan estos seres es de una intensidad mayor a la común por lo que tienen ventajas al tratar de seducir a sus objetivos.
- Agudeza Sensorial - ( Olfato ). Su sentido del olfato es más avanzado que otros arcanos de su especie. Esta habilidad es controlada a cualquier edad, sin embargo son altamente sensibles a olores muy fuertes pudiendo aturdir al arcano.
— Datos curiosos:
- Extremadamente curiosa, preguntona y ligeramente ingenua.
- Adora la botánica, las flores y todo lo relacionado a la flora y fauna.
- Por las mañanas despierta muy temprano para charlar con sus plantitas y de este modo crezcan sanas.
- Estrictamente vegetariana.
- Siempre huele a flores y a tierra fresca.
- Pese a los sucesos que fragmentaron a su familia, no es tan cautelosa con los humanos como su hermano mellizo.
- Suele escribir continuamente a su madre.
- Ama a su hermano Lazu, pero de momento están algo distanciados.
— Imagen complementaria: Imagen por mi $: